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Te seguiré mi Señor Amigo de Jesús Te amo María dijo que sí El hermano menor La vida desde el Espíritu LLegará el tiempo del Señor La semilla del Reino Me sedujiste, mi Señor Sean misericordiosos |
Se habla del seguimiento de Jesús; y eso nos dice también que hemos entrado en las crisis muy profundas; entonces, Jesús es como una respuesta ante la realidad que nos preocupa; así fue siempre en la historia de los cristianos; luego del primer tiempo del cristianismo que viene con la Enseñanza de Jesús, cercana al tiempo de su Muerte y la Resurrección, diría, de un cristianismo muy fresco, había otros tiempos del resurgimiento, de la renovación, que llegaban a la Iglesia en plenas crisis; y no podemos descuidar los tiempos de san Benito y de san Francisco; los dos salen en defensa de los valores que había que resguardar en aquellos tiempos. San Benito sale de Roma como si fuese un rebelde, ante una Iglesia que se involucra demasiado en el mundo; él presenta como otra cara, diría la espiritual, como una alternativa para aquellos siglos. San Benito empieza con la comunidad que trata de imitar el estilo de vida de los discípulos de Jesús; luego se queda en Monte Casino, allí ocupa un viejo lugar del culto pagano; intenta intuir lo que había sido la comunidad de los doce discípulos; también, tiene como apoyo la tradición mística de los desiertos y otras tendencias ya resguardadas entre los místicos; es que busca cómo hallar la vida espiritual para la Iglesia que quizás, vivía como si fuese inconsciente de su realidad. Con el tiempo, el Papa Gregorio Magno revindica esa gran tarea de san Benito; y luego los benedictinos de Monte Casino se siembran en Europa, se quedan como el fermento de una cultura cristiana. San Francisco vuelve al discipulado de Jesús; trata de seguirle como si fuese un ignorante, contra la sabiduría del mundo; él sorprende a todos, aún a los sabios en la Iglesia, por su manera de actuar, por el momento, por las circunstancias, de modo que, ese estilo de la vida según el Evangelio se puede filtrar en la Iglesia, siendo el fermento para la nueva primavera; y la Iglesia toma un Nuevo Aire para poder seguir con la Vida. San Francisco le ayuda a la Iglesia a que se abra a la misión hacia los continentes; no sé si la misma ya sabe llegar a otras religiones, pero llega a los continentes; así que aún esperamos una nueva primavera. ¿Qué podemos decir del seguimiento de Jesús en nuestro tiempo?; es que todos hablan del mismo, aún quieren sentirse como herederos del
seguimiento de Jesús; ante todo, lo intuyen las congregaciones y los laicos comprometidos en las comunidades; el tiempo nos urge, pues nos urge la Gracia que llega en la medida en que podemos asimilarla; de todos modos, el discipulado ya es la herencia de los que abren el Evangelio, aún los sin nombres o aquellos que se consideran últimos; pues los que responden a Jesús con un corazón abierto para Él, ellos hallarán lo que necesitan para poder seguirle; y él guiará sus pasos según el Espíritu que promueve sus vidas.