La Buena Nueva – El Evangelio

Porque verán a Dios
La primera Visión
El Viento del Espíritu
Mi Jesús
El Seguimiento de Jesús
La Luz y la Vida
El Amor y la Vida
Desde el Cenáculo
La Palabra y la Vida


San Juan, en el Prólogo del Evangelio, habla principalmente de Jesucristo; luego, en los capítulos siguientes relata más bien, de Jesús; parece que Juan necesita ver de dónde partir, para hablar de la Vida del Hijo Único que viene del Corazón del Padre, a un mundo oscuro y perdido; y de esa manera, se pone en la Misión del Cielo en medio de los seres humanos que se proyectan hacia la Nueva Humanidad; es que creer en Jesucristo es buscarlo en los Cielos más Altos, a la vez, es poder hallarlo lo más hondamente posible en el mundo, ante todo, en el Corazón de los hombres; y el ser humano sigue como estirándose en su espíritu para llegar a lo más alto de los Cielos; luego, como si fuese en el espejo, lo busca a Jesús en su vida, en el proceso como de ir acercándose a Él, en medio de las convivencias cada vez más profundas, cuando Él aún sigue como entregándose día tras día, momento tras momento, en el tiempo de la vida.

Si es que el hombre empieza con Jesús, a buscar al Padre en las Alturas del Cielo, culmina el Camino hallándose con Él en su interior, en el espíritu; a la vez, Jesús logra decir que Él es la Vida y sus discípulos son los sarmientos, aún hablará de la plena Vida que ya viene de lo Alto para quedarse como sembrada en la tierra, ante todo, en el espíritu humano, aún contra las fuerzas que son contrarias a la Obra de los Cielos; ése sería el marco para seguir reflexionando; no tan sólo con el Evangelio en la mano, sino más bien, en la Vida y en la realidad del mundo; en parte, el Evangelio sería como un vehículo que lleva a Jesús, y desde Él, hasta dónde alcanzan nuestra mente y nuestro corazón, hasta dónde llega nuestro espíritu ya encontrado y trasformado en medio de la Obra del Señor; así renacen múltiples Vivencias según la capacidad del espíritu, según la apertura a lo Divino, en un permanente Crecimiento que quizás no tendría fin; porque la Realidad Divina viene como en un permanente ascenso; es que Jesús viene cada vez más grande en medio de la vida, y la vida se proyecta cada vez más grande ante Él; como ascendiendo desde lo humano hacia lo divino, mientras se transforma lo humano en medio de la Divinidad.

El autor agradece a los que comparten con él, el crecimiento de su obra;
A Ana María Aranés, en El Bolsón, por estar en los primeros pasos de los escritos, pues su tarea lleva un profundo respeto por el lenguaje de los mismos, que son como hablar al mismo tiempo; a Silvia Mónica Barrado, por procurar ajustar las expresiones en el lenguaje de la tierra argentina, y que fuese comprensible en la lengua castellana; a muchos que aportan para lograr esta presentación; como la obra lleva años, desde el año 1991, había tiempo para que el Mensaje lograse madurar; a los que están en la tarea que supera los 25 años, que les llegue mi gratitud.
Y también, a la Secretaría de Cultura – Gobierno de la Pampa; al Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa; al Museo Provincial de Artes, a la Subsecretaría de Turismo; a la Fundación Banco de La Pampa; a todos ellos, el agradecimiento por facilitarme el material que muestra el paisaje de la Pampa, el ambiente de la Vida.
Finalmente, mi agradecimiento a Roberto Matías Figueroa que proyecta este Blog con mis escritos, para llegar a los lectores en búsqueda de las vivencias del espíritu.